Hola a todos!! Me siento muy feliz de estar otro día mas con ustedes, y agradecido infinitamente con Dios por ese lujo que me da cada mañana de vivir; el día de hoy he traído un tema que lo he titulado "la oración de un niño", y este tema no solo tiene que ver con la oración de un niño sino nuestra vida con Dios desde que comenzamos a abrir los ojos, recordando todo esto se me viene a la mente una pequeña parte de una canción que solía cantar de niño que dice "cuantas veces siendo niño te recé, con mis besos te decía que te amaba. Poco a poco con el tiempo, olvidándome de ti, por caminos que se alejan me perdí"; lo hermoso de esta canción es que siempre encontramos la luz después del túnel después de cada cosa que vivimos, recordamos tantas cosas que nos invitan a vivirlas de nuevo con cada sonrisa, pero aveces se nos hace muy difícil como era nuestra vida con Dios cuando eramos niños, todos los miércoles se celebra una bonita reunión de oración en mi Iglesia, nos reunimos entre 4 o 5 hermanos a orar por cada una de las peticiones de la Iglesia y personales también, pero justo ayer dentro de nuestro grupo un niño oro con nosotros, y me dio mezcla de nostalgia y alegría a la vez escuchar una oración tan humilde, tan sincera y a la vez con muchas ganas de decir lo que rodea a su cabeza, y algo que me impacto fue que lo dijo abriendo su oración fue "me siento muy feliz de ser hijo tuyo Dios", me quede sin palabras; eso me llevo a recordar como muchas veces oraba desde niño luego de escuchar sobre Dios, tenia esa seguridad y por momentos podía sentir que cada cosa que hacia con el corazón ayudando tanto a la Iglesia como a mis padres me hacían sentir una felicidad difícil de explicar, quizás algunos no podamos recordar esas etapas de la vida donde sabias que Dios existía y era lo principal en tu vida, ahora somos mas maduros vemos la vida desde otro punto de vista y se nos hace difícil entender cosas que cuando eramos niños no nos preocupaban, Pablo lo dice en 1 Corintios 13:11 "Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas ya fui hombre, dejé lo que era de niño", y no solo explica su cambio de ver la vida sino que estaba hablando de su madurez de acuerdo al tiempo que fue pasando el tiempo; pero en nosotros que difícil se nos hace ver lo que nos rodea con los ojos de los niños, no solo con la inocencia y humildad que teníamos antes, sino con el amor entre nosotros, incluso nuestras oraciones cambian, parecería que ahora repetimos todo lo que decimos, y un niño simplemente dice todo lo que nace de su corazón, hasta lo mas mínimo, lo material pasa a ser superficial cuando en su casa tiene a papa y mama a su lado, Nuestro Señor Jesucristo compara muchas veces el reino de los cielos con muchas cosas y parábolas pero una que marca la actitud y el corazón que debemos de tener es justamente la de los niños, Lucas 18:16 "Mas Jesús, llamándolos a su lado, dijo: Dejad que los niños vengan a mi, y no se lo impidáis, porque de los que son como estos es el Reino de Dios".
Quiero concluir recordándoles que el mensaje no es simplemente pensar como niños, sino a no dejar a un lado esa confianza a Dios que aprendimos desde pequeños, no dejar de creer en lo que desde niño sentíamos que era lo correcto, Dios no se aleja de nuestra vida si de nuestro corazón no deja de abundar el amor, el perdón y la perseverancia en su palabra; meditemos en cada cosa que ocurra en nuestra vida, y pidamos a Dios sabiduría para que por medio de su palabra la verdad del espíritu santo nos guié y nos de humildad y discernimiento de las cosas que ocurren en nuestra vida. Un fuerte abrazo.!!
El Señor los bendiga!!
"En verdad os digo: "el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrara en él" Lucas 18:17
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