Cuantas veces hemos querido corregir a alguien? y como nos gusta tener la razón!, es algo que esta en nosotros, y muchas veces se vuelve un habito el hecho de querer buscarle el "pero" a todo lo que nos rodea, pensándolo bien, en general, siempre nos sentimos inconformes con todo, por ratos parece estar todo bien, pero lo mas mínimo suele rebosar ese vaso lleno de agua que llamamos ''caracter'' y echamos todo a perder, nuestra felicidad, nuestra paz e incluso nuestra salud, por algo que en realidad no importaba, pero hay siempre una ''espinita'' dentro de nosotros que nos tiende a hacernos sentir bien, y esa 'espinita' le llamamos vanagloria, y sobre esto viene el tema de hoy, la palabra de Dios nos enseña mucho acerca de como debemos actuar al escuchar algo que no nos parece y como debemos de ser al momento de querer juzgar algo que de igual manera no compartimos, primero debemos de saber que el hombre siempre tiende a vivir en competencia, a que cada persona siempre quiere ser mejor que la otra sin importar lo que le pueda costar, pero aquí viene lo que Dios nos enseña, mas allá de las religiones, mas allá de las ideas políticas, fanáticas, etc, siempre buscamos tener la razón, y cuanto nos cuesta callar cuando sentimos que lo que escuchamos es una blasfemia, una vez iba con mi papa rumbo al centro de la ciudad, y nos subimos a un bus a punto de estallar de tanta gente metida, y hacia mucho calor, y se subieron dos tipos a hablar acerca de Dios, uno contaba su vida y el otro solo decía ''es verdad, amen'', pero mientras seguían contando la historia de sus vidas, comenzaron a hablar acerca de Dios y acerca de lo que para ellos era correcto y para la gente no, lanzaban palabras que incluso la palabra de Dios no decía, es decir blasfemaban y se reían haciendo vanagloria de la religión que ellos estaban viviendo; ahora imagínense, un bus lleno, hora pico, tremendo sol, mucho calor, y dos tipos hablando lo que para ellos era de Dios, como haciendo despectivos a diferentes religiones, y sacando pecho de ellos mismos, hacían que estas situaciones me hagan perder la cabeza, ya no aguantaba mas, cuando iba hablar, mi papa me cogió del brazo y me dijo: "A donde vas?" y yo solo supe decir: "A callar a estos tipos", mi papa supo decirme algo que nunca olvidare: "No hay ser mas tonto que el cree ser mas inteligente que otro", en realidad esas palabras supieron ponerme en mi lugar, no solo por lo que podía confrontar, sino que me supo poner en mi sitio, hablar de Dios, no es discutir, ni entrar en un debate, donde de un lago de opiniones se puede convertir en un mar bravo de discusiones, (sean o no las correctas de una u otra parte), ahora veamos lo que la palabra de Dios nos dice acerca de esto, Santiago antes llamado Jacobo, fue el primer discípulo de nuestro Señor Jesucristo en morir como mártir luego de la ida de nuestro Señor Jesucristo, y su libro en la Biblia muchos lo tildan como "fuerte", pero en realidad nos muestra como debe ser la vida de un cristiano y justamente nos habla acerca de este tipo de situaciones en las cuales como debemos de reaccionar, Santiago 1:9 "Esto sabéis, mis amados hermanos.Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira"; todas estas situaciones nos dan como resultado ira, y la ira da como resultado no saber controlar nuestra lengua, de ahí parte la mentira y el mal juzgamiento a lo que pensamos saber, por ejemplo, cuantas veces de una mentira o de un comentario que no nos gusta, nacen comentarios propios donde el resultado de lo que decimos es peor de lo que simplemente no nos gusto, ahora vienen 3 situaciones que la Biblia nos enseña y que muchas veces mal interpretamos, la primera tiene que ver con el texto que esta en Juan 7:24 "No juzguéis según las apariencias, sino juzgad por justo juicio", y este versículo nos hace pensar que podemos juzgar por lo que incluso sentimos que están mintiendo, pero hay algo mas allá, debemos de saber que la Biblia nunca se contradice, el juzgar debe ser indicio para poder aconsejar y mas no hundir mas a una persona o una idea que escuchamos, todos conocemos acerca del amor de Dios, y todos sabemos que el amor de Dios tiende a conducirnos según su voluntad mas allá de lo difícil que pueda ser, y la guia mas importante es justamente su palabra, imagínense si cada uno fuéramos juzgados por lo que hemos hecho, en realidad tendríamos que andar con bolsas de papel en la cabeza por la vergüenza que sentiríamos, es por eso que nadie puede juzgar por lo que piensa teniendo intención de ser juez de lo que no nos gusta, la segunda situación justamente la explica Santiago y nos dice 4:11 "No habléis mal unos de otros, hermanos. El que habla mal de un hermano o juzga a su hermano, habla mal de la ley y juzga a la ley, y si juzgas a la ley, ya no seras un cumplidor de la ley; sino un juez", y por ultimo debemos darnos cuenta que cuando queremos señalar a alguien por algo que no nos gusto, debemos recordar como esta nuestro corazón para poder hacerlo.
Eso ha sido todo el día de hoy, y recuerden amigos, hay que ser muy cauteloso para hablar, sobretodo si lo que queremos decir no sale de nuestro corazón, aprendamos a amar a nuestro prójimo de una manera en que pueda sentirse identificado correctamente con el evangelio, y quiero terminar con una frase de una mujer muy humilde y seguidora de Cristo que fue Teresa de Calcuta que decía "Ama hasta que te duela, y si duele es buena señal", les mando un fuerte abrazo y que el Señor los bendiga!
"Antes sed benignos unos contra otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, Como Dios también perdono a vosotros en Cristo" Efesios 4:32
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