Todos alguna vez nos hemos sentido seguros cuando vemos que todo marcha con normalidad, la confianza en si mismo y la rutina diaria sin complicaciones hacen de nuestra vida algo normal, llamamos bendiciones a las cosas materiales y sentimos que si nos portamos bien, Dios debe darnos algo que merecemos, pero en realidad todo es así?
En la mayoría de personas existe esa costumbre muy común de buscar al medico cuando nos sentimos mal, o ir al mecánico cuando nuestro auto se ha dañado, ir donde nuestros padres cuando tenemos un problema, y así sucesivamente; y eso existe también en nuestra vida espiritual, hoy en día se cuestiona la fe cuando se vive en medio de problemas, y no tratamos de entender la voluntad de Dios en medio de lo que se puede vivir; muchas veces cantamos la canción "el taller del maestro" y expresamos a viva voz "aunque me duele ayudará" pero la pregunta es "Estarías dispuesto a pasar por la prueba del dolor?", en eso responderás "mmmm pero me porto bien, no merezco eso"; no llames bendición a lo material, porque lo material es momentáneo la verdadera bendición viene de lo alto para fortalecer el espíritu y la fe (la confianza en Dios), todos conocemos el versículo en romanos que dice "y sabemos que todos los que aman a Dios, todas las cosas ayudan para bien" (Romanos 8:28), pero este versículo no va vinculado a las "cosas carnales" como por ejemplo, dinero, oportunidades, etc; Pablo seguramente no buscaba eso por parte de Dios, Pablo escribió este pasaje luego de ser testigo de las pruebas que Dios pone para fortalecernos espiritualmente, por ejemplo muchas veces en medio de una relación (la cual sabemos que esta mal y vivimos aferrados) y estamos orando para que todo este bien pero de un día a otro todo se destruye, y cuestionamos la "voluntad de Dios; y no sabemos que la voluntad de Dios no es nuestra voluntad, y a medida que pasa el tiempo, nos damos cuenta que todo lo que hizo Dios en aquel tiempo en realidad nos ayudó para bien; no dejemos de analizar y fortalecer nuestra fe en todo momento, no pensando manipular la voluntad de Dios, ni tampoco pensando que nuestras acciones nos hacen merecedores de las "bendiciones", así mismo no busquemos a Dios como cuando buscamos al doctor (en momentos malos) sino en todo momento, tomando como muestra la vida de los apóstoles personajes bíblicos y toda persona que se aferro a la voluntad de Dios, no solo en malos momentos sino en todo momento y no dejando de perseverar en la palabra, ni tampoco esperando una "bendición" por parte de sus acciones, meditemos en ellos y que nuestra vida sea inclinada a lo que Dios nos enseña realmente.
El Señor los bendiga!
Deuteronomio 6:5 "Amaras al Señor tu Dios, con todas tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas"
1 Juan 4:10,19 "Y en esto consiste el amor. no que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él nos amó primero a nosotros y mandó a su hijo como propiciación por nuestros pecados"
Romanos 5:3,4 "y no solo esto, sino que también nos glorificamos en las tribulaciones; sabiendo que la tribulación produce paciencia"
Galatas 1:6 "Me maravillo que tan pronto hayáis abandonado al que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente"
Salmos 46:1-2 "El Señor es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones"